En 2 minutos | La crisis habitacional: ¿por qué afecta más a las mujeres?

Hablamos de ello desde el prisma del libro de Irene Sabaté Un lugar donde volver, que reivindica que tener un lugar donde volver no debería ser un privilegio, sino una garantía para todos, poniendo el foco en la situación de vulnerabilidad que viven las mujeres.
El acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los grandes retos sociales de nuestro tiempo, con un impacto directo sobre miles de familias que se ven despojadas de un derecho fundamental y que afecta con especial virulencia a las mujeres, a quienes las condiciones sociales y laborales las colocan en una situación especialmente vulnerable.
Una crisis que no da tregua
Barcelona es hoy la ciudad más cara del estado para alquilar, con precios que han llegado a niveles inalcanzables para la mayoría de trabajadores y trabajadoras. Con un precio medio de 620 euros por habitación y un alquiler por metro cuadrado que ha alcanzado los 29,51 euros, el derecho a la vivienda se ha convertido en un privilegio reservado a unos pocos. Esta situación se agrava con la irrupción de los fondos de inversión, como demuestra el reciente caso de la Casa Orsola, donde los vecinos luchan contra la expulsión por parte de propietarios que priorizan el alquiler de temporada, multiplicando los precios hasta los 2.800 euros al mes. Una realidad que no deja de aparecer en los medios de comunicación, que alertan constantemente sobre la crisis habitacional en el estado español.
Esta dinámica afecta especialmente a las mujeres. Según un informe de Fotocasa, el 60% de las personas que buscan alquiler son mujeres, mientras que el 53% de las propiedades están en manos de hombres. Además, más de un tercio de los hogares sustentados por mujeres cae por debajo del umbral de la pobreza después de pagar los gastos de vivienda.
Historias de resistencia y supervivencia
Como las protagonistas de Un lugar donde volver, muchas mujeres se ven obligadas a enfrentarse a una sociedad que no les garantiza derechos básicos. La relación entre vivienda, trabajo y cuidados es ineludible: si los sueldos son bajos, si las condiciones laborales son inestables y si la responsabilidad de los cuidados recae mayoritariamente sobre ellas, el riesgo de quedarse sin hogar aumenta exponencialmente. Se vuelven más vulnerables a la subida generalizada de los precios al mismo tiempo que los roles de género, la maternidad y las condiciones sociales multiplican las consecuencias de la falta de un hogar.
La vivienda como espacio de lucha
Como resultado de esta emergencia habitacional, surgen nuevas estrategias de resistencia. Desde los sindicatos de inquilinos hasta las movilizaciones ciudadanas, cada vez más personas se organizan para defender su derecho a una vida digna. La lucha de la Casa Orsola es un ejemplo claro de esta resistencia colectiva que cuestiona el modelo de ciudad al servicio de los grandes capitales.
Ante esta realidad, Un lugar donde volver se convierte en un libro clave para entender cómo la vivienda no es solo un techo, sino un elemento esencial de la reproducción social, la autonomía personal y la dignidad. Un ensayo de Irene Sabaté, antropóloga social investigando las crisis y las transformaciones contemporáneas.
El libro Un lugar donde volver no solo retrata estas historias, sino que también nos invita a reflexionar sobre qué significa realmente la palabra “hogar”. ¿Es un espacio físico? ¿Un refugio emocional? ¿Un derecho por el que hay que luchar? El libro nos recuerda que tener un lugar donde volver no debería ser un privilegio, sino una garantía para todos.
Hablamos del tema con la autora
El 1/02 en Espai Llavors, en L'Hospitalet a las 12h
El 27/02 en el Ateneo La Maliciosa, en Madrid
El 14/03 en Zaragoza, en la Libería La Montonera
El 22/03 en la Seu d'Urgell, con el colectivo feminista Tora Blava, a las 12h al Parc del Cadí
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